Realidad...

Pasos, películas, cuadernos, celular, computador, almohada, cama, baño, música, fútbol, libros, televisor, comida, llanto, risa, velo, desvelo, sueños y anhelos...

¿Mi Realidad?... No lo sé, pensar y mirar hacia atrás solo me demuestra cómo ha cambiado mi realidad, ya que no sueño como en Abril, no pienso como en Enero, ni me siento como en Marzo. ¿Razones?, probablemente muchas, me he equivocado demasiado, tal vez tanto o más de lo planeado, las luces y los astros ya no se ven como ayer, ni hoy los pajaritos cantan buscando ser oídos... Demoraría tiempo buscar la razón, porque hoy es eso lo que vivo, un mundo insertado en la realidad de las razones explicativas. A todo le busco el por qué, no me basta con asumir la verdad, solo me interesa si entiendo su composición, la ofuscación de no saber es horrible, más aún cuando la imaginación entra en el juego explicativo de esta estresante situación, donde las emociones cogen un papel importante, ya que dependiendo en cual estado emocional te encuentres, es como verás las cosas... El ejemplo más claro de ello son los contrastes que vemos cuando experimentamos con la felicidad y la tristeza, en el primero solo vives, sin importar nada, solo vives y eres feliz, mientras que en la calle colindante, también conocida como "infelicidad", haces exactamente lo contrario, anhelas una respuesta bien justificada, los sí, los no o los tal vez, ya no son suficientes, siempre quieres ir más allá, aun que la angustia y la pena te revienten por dentro, acto sadomasoquista que realizas solo para entender que pasó realmente... Pero en ocasiones sabes que fue lo que ocurrió, pero no lo quieres asumir, puedes ver que esa verdad que te cuentan los demás, para tus oídos o mejor dicho para ti, no es más que una mentira. Una mentira que te duele, porque sabes que cambió TU realidad, esa que le entregaste al azar, a la suerte o al destino, pero que nunca fue devuelta como tú la vivías cuando eras feliz.